Destino

Querido destino:
La vida que me tocó no fue lo que yo esperaba y aún así la viví intensamente, a pesar de que siempre fui fuerte ante cualquier situación hoy renunció a ti y viviré mi vida como mejor me plazca.
Ya maduré bastante y en corto tiempo crecí grandemente como persona. Cambié muchos hábitos malos que había en mí. Cambié mi estilo de pensar, de actuar. Quiero ser única, irreemplazable. Quiero marcar mi propio destino con alegría, ser un ser bondadoso de corazón, dar perdón a quien menos lo merezca, dar palabras de aliento a quien menos me lo pida ¡y también quiero olvidar el pasado que hoy me ostiga!
En verdad quiero cambiar, lo necesito, lo grita mi cuerpo. Nunca olvides que el destino no viene a ti solo, siempre viene acompañado. Algunas veces lleno de triunfos y fracasos, pero solo tú tienes la manera de cambiarlo, tan sólo con tu propia actitud y ganas de salir adelante.
Me despido querido destino, tú ya no vives en mí.