Te cambio tus pies por los míos
Yo me quejaba mucho de mis pies. Hasta que un día, una tía atentamente escucho sobre ello y me dijo: "te cambio tus pies por los míos" un día nada más; para ver si no cambias de opinión. Sonrió y yo no supe que decir, se me hizo un nudo en la garganta. A partir de ahí nunca mas me he vuelto a quejar sobre mis pies. Mi tía anda con muletas; y ella misma dijo que le encantaría poder caminar normal, pero que así quiso Dios y que agradece el estar completa. Me dijo: tú puedes bailar, correr, brincar, caminar; ir a donde tú quieras. A mi me cuesta mas trabajo, pero no por eso mi vida no vale la pena; yo no me quiero morir aún. Mi tía tiene poliomielitis...